Sicilia
previa petición
«Pero lo que hace de ella una tierra necesaria de explorar y única en el mundo es el hecho que, de una extremidad a otra, se puede definir como un extrañno y divino museo de arquitectura»
Guy de Maupassant, “Sicilia”
Sicilia, histórico cruce de culturas, en el corazón del Mediterráneo es una isla con tesoros increibles, escenarios únicos e intensos, sitos arqueológicos impresionantes por descubrir.
Palermo

Situada en el homónimo Golfo y rodeada de plantaciones de cítricos de la Cuenca de Oro, es una ciudad intensa que no deja a nadie indiferente. Sus edificios de estilo árabe-normando ricos de antiguos mosaicos, inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial, los pomposos palacios barrocos con sus nobles ambientes y los animados mercados del casco antiguo, representan la cara más auténtica de la capital. Paseando por las calles del centro de Palermo, prodrás reconstruir la historia de esta maravillosa ciudad, desde la imponente catedral, hasta los espléndidos monumentos que testimonian su ilustre pasado, entre los cuales el majestuoso Palacio de los Normandos con la Capilla Palatina y la Iglesia de San Juan de los Ermitaños con sus cúpulas de estilo árabe.
Monreale y Cefalù

Los normandos que se establecieron en Sicilia en el siglo XII dejaron bajo su dominio en las ciudades de Palermo, Cefalú y Monreale sus mayores obras de arte, herencia cultural de un período histórico irrepetible y hoy declaradas Patrimonio de la Humanidad.
En la Catedral de Monreale y en la de Cefalú destacan las extraordinarias representaciones del Cristo Pantocrátor, de estilo islámico-bizantino, famosas en todo el mundo.
Monreale, situada en posición panorámica , a pocos kilómetros de Palermo, es una famosa localidad turística por su espléndida Catedral y un espléndido claustro.
El antiguo pueblo medieval de Cefalù que se levanta al pie de una roca también es famoso por su patrimonio artístico entre el cual está la magnífica Catedral de época normanda y el Museo Mandralisca con sus ricas colecciones de arte y arqueología.
El Etna y Catania

Hay sin duda un vínculo indisoluble entre Catania y el Etna, el volcán activo más grande de Europa que domina desde lo alto la ciudad, modificando el paisaje con sus espectaculares erupciones. El Etna, patrimonio de la Unesco, y Catania con sus paisajes únicos en el mundo, son una etapa imprescindible para descubrir la Sicilia.
Taormina

Taormina a partir del siglo XVIII se convirtió en meta turística de aristocráticos, artistas, intelectuales y ricos mecenas nordeuropeos que difundieron su imagen por toda Europa.
Considerada una de las más bellas localidades de Sicilia, descansa sobre la ladera del rocoso monte Tauro, que se asoma a la costa jónica. Uno de las atractivos más llamativos es su espectacular Teatro Antiguo, de la época greco-romana, inmerso en campos de olivos, naranjos y almendros que ofrece una vista impresionante dominada por el Etna y la espesa vegetación mediterránea.
Siracusa

La ciudad que se asoma a un bello puerto natural fue la colonia más importante de la Magna Grecia.
Su antiguo esplendor es evidente en la isla de Ortigia, su centro histórico, donde se encuentran la catedral edificada sobre el templo dórico dedicado a Atenea y valiosos edificios barrocos. En la ciudad moderna, el Parque Arqueológico de Neapolis conserva testimonios impresionantes come el Teatro Griego, la antigua cantera llamada Latomia del Paraiso y el Anfiteatro Romano.
Ragusa y el Val de Noto

Ragusa y las ciudades de Scicli, Módica y Noto, declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad, forman parte del Val de Noto, donde se desarrolló el estilo barroco siciliano con sus soluciones escenográficas.
Noto llamado el jardín de piedra por las decoraciones en tufo volcánico con sus tonos dorados refleja la reconstrucción después del terrible terremoto del 1693.
Plaza Armerina

Plaza Armerina se encuentra en un contexto ambiental único, rodeada de bosques, en la Sicilia central. La Villa romana, Patrimonio Mundial de la Humanidad, es considerada como el mayor ejemplo de arte de mosaico de época romana. Los espléndidos mosaicos, en perfecto estado de conservación, que se remontan a finales del siglo IV a.C. decoran el grandioso domus con impresionantes escenas mitológicas, de caza o de vida cotidiana.
Agrigento

En un escenario casi irreal, rodeado de verdes olivos y almendros, se encuentran los imponentes templos en estilo dórico construidos con toba, en una colina frente al mar. En este Valle, declarado Patrimonio Mundial de la Humaninad, destaca el Templo de la Concordia, el que se ha conservado mejor y testigo de una historia milenaria, empezada en el siglo VI a.C, cuando se fundaba la colonia de Agrigento bajo el nombre de Akragas.
Selinunte

El antiguo asentamiento griego de Selinunte, en una sugestiva posición frente al mar, en la reserva del río Belice, es uno de los sitios arqueológicos más representativos del Mediterráneo. En esta área se pueden admirar las ruinas de colosales templos griegos, los restos de casas y de la muralla que evocan la batalla con los enemigos, los cartagineses, en el siglo VII a.C. Tras la derrota griega, la ciudad se convirtió en un inmenso campo de ruinas.
Erice

Situado sobre un monte, a una altura de casi 750 metros, se encuentra el pueblo medieval de Erice, con su increíble panorama del puerto de Trapani y de las islas Égadas.
Esta sugestiva localidad, con una historia milenaria como testimonian las murallas púnicas aún hoy en día visibles, destacan la magnífica Catedral, adornada por un precioso portal gótico y el antiguo castillo de Vénus.